El día de ayer se dio a conocer una fiesta que tuvieron los seleccionados nacionales.
Como leyenda urbana, como mito, basado en chismes de revistas amarillistas del corazón, sabemos en que consisten estas fiestas.
Es bien sabido que a todos los que nos gusta el fútbol, que vamos a entrenamientos, concentraciones o partidos de algún equipo semipro o profesional, siempre hay muchachas rondando a los futbolistas (no generalizaré, porque si hay chicas que solo van como admiradoras), pero también están las del otro extremo.
Hemos desde hace tiempo encasillado al futbolista como parrandero, borracho, mujeriego y jugador. Algunos se comportan y otros también piensan que por ser futbolistas pueden coquetear con cualquier chica.
Es muy ambiguo y recurrente este asunto. Los directivos dicen que no pueden castigar a los futbolistas porque es su tiempo libre. No es que sea moralista, pero en realidad esta fiesta de despedida se pudo hacer dentro de las instalaciones del CAR, con amigos y familiares para tener una fiesta sana como lo mencionó LaPuente. Al hacer la fiesta fuera EN UNA TARDE LIBRE dentro del periodo de concentración, me parece que debieron hacer algo mucho más cuidado.
Como lo dijo el marinero, en el amor y en la guerra cualquier agujero es trinchera, varios de la selección sabemos que lo llevan al pie de la letra en sus tiempos libres.
Entiendo que es su tiempo libre y que las consecuencias de sus actos son responsabilidad de cada seleccionado y no del departamento de selecciones nacionales. Pero, tampoco es responsabilidad del departamento de selecciones nacionales, dar permiso para atender asuntos personales confidenciales un día después de la nota a algún seleccionado inmiscuido en el asunto.
Hoy lo que hicieron en su tiempo libre, ya afecta a la selección. También muchos siguen estigmatizando a los que desaprueban lo que hicieron estos fiesteros.
Pienso que deberían de ser más claros de los cuidados a los seleccionados, pero...
#EsLoQueHay
Como leyenda urbana, como mito, basado en chismes de revistas amarillistas del corazón, sabemos en que consisten estas fiestas.
Es bien sabido que a todos los que nos gusta el fútbol, que vamos a entrenamientos, concentraciones o partidos de algún equipo semipro o profesional, siempre hay muchachas rondando a los futbolistas (no generalizaré, porque si hay chicas que solo van como admiradoras), pero también están las del otro extremo.
Hemos desde hace tiempo encasillado al futbolista como parrandero, borracho, mujeriego y jugador. Algunos se comportan y otros también piensan que por ser futbolistas pueden coquetear con cualquier chica.
Es muy ambiguo y recurrente este asunto. Los directivos dicen que no pueden castigar a los futbolistas porque es su tiempo libre. No es que sea moralista, pero en realidad esta fiesta de despedida se pudo hacer dentro de las instalaciones del CAR, con amigos y familiares para tener una fiesta sana como lo mencionó LaPuente. Al hacer la fiesta fuera EN UNA TARDE LIBRE dentro del periodo de concentración, me parece que debieron hacer algo mucho más cuidado.
Como lo dijo el marinero, en el amor y en la guerra cualquier agujero es trinchera, varios de la selección sabemos que lo llevan al pie de la letra en sus tiempos libres.
Entiendo que es su tiempo libre y que las consecuencias de sus actos son responsabilidad de cada seleccionado y no del departamento de selecciones nacionales. Pero, tampoco es responsabilidad del departamento de selecciones nacionales, dar permiso para atender asuntos personales confidenciales un día después de la nota a algún seleccionado inmiscuido en el asunto.
Hoy lo que hicieron en su tiempo libre, ya afecta a la selección. También muchos siguen estigmatizando a los que desaprueban lo que hicieron estos fiesteros.
Pienso que deberían de ser más claros de los cuidados a los seleccionados, pero...
#EsLoQueHay
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